Por el bienestar del trabajador.

La integridad psicofísica de las personas es un bien absoluto y inalienable.
Favoreciendo un enfoque ético del trabajo, esta Carta llama a la reflexión sobre los problemas aún no resueltos de la prevención, enunciando algunos valores irrenunciables para la protección eficaz de la salud, la seguridad y el bienestar de las personas que trabajan.
Toda persona que se reconozca en los principios enunciados en esta Carta está invitada a aceptarlos y difundirlos

***

1. El trabajo, independientemente de cómo se realice, debe inspirarse en los valores de protección de la vida, dignidad de la persona, libre expresión de la personalidad, seguridad y salud, entendida como bienestar físico, psicológico, relacional, social y organizativo.

2. La persona primero, el trabajo después. En ningún caso la pérdida de la vida o de la salud puede constituir un sacrificio necesario.

3. La protección del bienestar de las personas en el trabajo no puede prescindir de un sistema organizado de prevención, basado en políticas empresariales adecuadas, inspiradas en principios éticos y no sólo económicos.

4. Cualquier organización del trabajo sólo puede ser saludable y segura si, desde su diseño, se evalúan constantemente todos los riesgos, de acuerdo con la mejor ciencia y experiencia, y se adoptan las medidas de prevención y protección necesarias.

5. Ninguna lesión para la salud y la seguridad de la persona trabajadora es accidental e inevitable. No hay que rendirse ante ningún riesgo.

6. La seguridad y el bienestar tienen que ver con las personas en el trabajo y no sólo con el entorno laboral. La gente enferma y muere en el trabajo y en el trabajo.

7. La seguridad y el bienestar requieren una formación que afecte a la forma de ser y actuar de las personas en el trabajo y dentro de él. Sólo las personas concienciadas pueden contribuir a la gestión de un sistema de prevención eficaz.

8. La organización eficaz del sistema de prevención requiere la participación activa y responsable de todas las personas en el trabajo, mediante un planteamiento de colaboración y apoyo que valore la contribución de todos.

9. Un sistema de prevención participativa implica la participación efectiva de los representantes de los trabajadores en los procesos de toma de decisiones.

10. La salud y la seguridad no sólo afectan a las personas en el trabajo, sino también a toda la comunidad, y requieren políticas de prevención eficaces por parte de los agentes institucionales y sociales.

Por el bienestar del trabajador.

La integridad psicofísica de las personas es un bien absoluto y inalienable.
Favoreciendo un enfoque ético del trabajo, esta Carta llama a la reflexión sobre los problemas aún no resueltos de la prevención, enunciando algunos valores irrenunciables para la protección eficaz de la salud, la seguridad y el bienestar de las personas que trabajan.
Toda persona que se reconozca en los principios enunciados en esta Carta está invitada a aceptarlos y difundirlos

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1. El trabajo, independientemente de cómo se realice, debe inspirarse en los valores de protección de la vida, dignidad de la persona, libre expresión de la personalidad, seguridad y salud, entendida como bienestar físico, psicológico, relacional, social y organizativo.

2. La persona primero, el trabajo después. En ningún caso la pérdida de la vida o de la salud puede constituir un sacrificio necesario.

3. La protección del bienestar de las personas en el trabajo no puede prescindir de un sistema organizado de prevención, basado en políticas empresariales adecuadas, inspiradas en principios éticos y no sólo económicos.

4. Cualquier organización del trabajo sólo puede ser saludable y segura si, desde su diseño, se evalúan constantemente todos los riesgos, de acuerdo con la mejor ciencia y experiencia, y se adoptan las medidas de prevención y protección necesarias.

5. Ninguna lesión para la salud y la seguridad de la persona trabajadora es accidental e inevitable. No hay que rendirse ante ningún riesgo.

6. La seguridad y el bienestar tienen que ver con las personas en el trabajo y no sólo con el entorno laboral. La gente enferma y muere en el trabajo y en el trabajo.

7. La seguridad y el bienestar requieren una formación que afecte a la forma de ser y actuar de las personas en el trabajo y dentro de él. Sólo las personas concienciadas pueden contribuir a la gestión de un sistema de prevención eficaz.

8. La organización eficaz del sistema de prevención requiere la participación activa y responsable de todas las personas en el trabajo, mediante un planteamiento de colaboración y apoyo que valore la contribución de todos.

9. Un sistema de prevención participativa implica la participación efectiva de los representantes de los trabajadores en los procesos de toma de decisiones.

10. La salud y la seguridad no sólo afectan a las personas en el trabajo, sino también a toda la comunidad, y requieren políticas de prevención eficaces por parte de los agentes institucionales y sociales.